Mundutik bueltaka
Ayer celebración del cumple de Blasillo. Txokito en Sopuerta, paella exquisita, tarta, patxarán y guitarra para amenizar al respetable. Y buena compañía, de eso que no falte.
Me sorprendió una persona especialmente. Andrés. Yo en mi línea, obteniendo siempre una primera impresión de la persona y catalogando. (La parte "buena" es que esta catalogación nunca es definitiva, sino que simplemente forma parte de una primera toma de contacto.) Nuevamente metí la pata.
Yo le definiría como una "persona a descubrir", como bien dice Clas.
Hubo un momento que me fascinó. Andrés cogió la guitarra y se puso a tocar una canción que había compuesto. Una canción sobre historia del arte. Una canción que compuso antes de selectividad. Increíble. Tenía ritmo pegadizo, letra culta, toques de humor. Fue como derribar un muro y descubrir cosas de la persona que esta detrás. Porque había mucho más que aquella simple canción.
Todo esto encuadrado en el momento de la sobremesa, con risas, historietas y demás.
A la noche fiesta de inauguración en el piso de María. Más comida deliciosa y bebercio. Y un montón de gente que no conocía (sólo estaban Diego y María). Risas. Luego salimos de fiesta, si es que por tal se entiende meterte a un bar con música, lleno de humo y gente hasta la bandera. En fin.
Hoy partidito en Salesianos. Ya se sabe, bajar el ron y continuar con la operación bikini. Eso sí, la cosa cambia de la arena que conocí yo a la hierba artificial... El que tuvo, retuvo.
Me sorprendió una persona especialmente. Andrés. Yo en mi línea, obteniendo siempre una primera impresión de la persona y catalogando. (La parte "buena" es que esta catalogación nunca es definitiva, sino que simplemente forma parte de una primera toma de contacto.) Nuevamente metí la pata.
Yo le definiría como una "persona a descubrir", como bien dice Clas.
Hubo un momento que me fascinó. Andrés cogió la guitarra y se puso a tocar una canción que había compuesto. Una canción sobre historia del arte. Una canción que compuso antes de selectividad. Increíble. Tenía ritmo pegadizo, letra culta, toques de humor. Fue como derribar un muro y descubrir cosas de la persona que esta detrás. Porque había mucho más que aquella simple canción.
Todo esto encuadrado en el momento de la sobremesa, con risas, historietas y demás.
A la noche fiesta de inauguración en el piso de María. Más comida deliciosa y bebercio. Y un montón de gente que no conocía (sólo estaban Diego y María). Risas. Luego salimos de fiesta, si es que por tal se entiende meterte a un bar con música, lleno de humo y gente hasta la bandera. En fin.
Hoy partidito en Salesianos. Ya se sabe, bajar el ron y continuar con la operación bikini. Eso sí, la cosa cambia de la arena que conocí yo a la hierba artificial... El que tuvo, retuvo.
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