Itsasoa zeharkatuz

Ayer re-comprendí que todo se reduce a lo mismo. Aquí nadie se salva de calamidades (de mayor o menor nivel), todo el mundo sufre por algo en algún momento. En todos los sitios cuecen habas, y donde dicen que no cuecen, cuecen a calderadas. La clave está en cómo afrontamos la vida y las ganas que tenemos y ponemos en salir adelante, hacer felices a los demás y a nosotros mismos. Y eso es así (frase con connotaciones para el autor).

El sábado fue un día de la ostia. Levantarse pronto para coger un velero en Getxo e ir hasta Castro. Día soleado, mar en calma y brisa marina. Txonbito en el puerto cántabro, comilona, helado y vuelta (con partida de mus a bordo). Todo con gente que no suelo estar y con alguno que no conocía (Nacho, que ha competido en alguna regata). Lo que digo siempre, se aprende mucho de la gente.