Saturday, July 29, 2006

Sorte on

Ayer nos juntamos los del curro para salir por fiestas de Algorta. Vaya cuadrilla de artistas que somos...
Me he dado cuenta de una cosa: Si juntas kalimotxo + Héctor = conversación filosófica. Bueno, sin el kalimotxo también.
No sé si es culpa del blog, del momento personal de cada uno, o de qué, pero me divierten y, sobre todo, me enriquecen todas estas conversaciones. Vamos a crear una asociación. Me veo en medio de un corro de gente: "...Hola, me llamo Mikel y tengo un problema...". A Fraga, Paulitapolita y algún otro ya los cuento como integrantes...

Estos días le he estado dando vueltas al tema de la suerte. Ayer, traté de contarle a Héctor este cuento:

Hace muchos años, en una pobre aldea china vivía un labrador con su hijo. Su único bien material, aparte de la tierra y de la pequeña casa de paja, era un caballo que había heredado de su padre. Un buen día el caballo se escapó, dejando al hombre sin animal para labrar la tierra. Sus vecinos —que lo respetaban mucho por su honestidad y diligencia— acudieron a su casa para decirle cuánto lamentaban lo ocurrido. Él les agradeció la visita, pero preguntó:
—¿Cómo podéis saber que lo que ocurrió ha sido una desgracia en mi vida? Alguien comentó en voz baja con un amigo:
«Él no quiere aceptar la realidad, dejemos que piense lo que quiera, con tal que no se entristezca por lo ocurrido».
Y los vecinos se marcharon, fingiendo estar de acuerdo con lo que habían escuchado.

Una semana después, el caballo retornó al establo, pero no venía solo: traía una hermosa yegua como compañía. Al saber eso los habitantes de la aldea alborozados, porque sólo ahora entendían la respuesta que el hombre les había dado, retornaron a casa del labrador para felicitarlo por su suerte.
—Antes tenías sólo un caballo, y ahora tienes dos. ¡Felicitaciones!—dijeron.
—Muchas gracias por la visita y por vuestra solidaridad —respondió el labrador. ¿Pero cómo podéis saber que lo que ocurrió es una bendición en mi vida?
Desconcertados, y pensando que el hombre se estaba volviendo loco, los vecinos se marcharon, comentando por el camino:
«¿Será posible que este hombre no entienda que Dios le ha enviado un regalo?».

Pasado un mes, el hijo del labrador decidió domesticar la yegua. Pero el animal saltó de una manera inesperada, y el muchacho tuvo una mala caída rompiéndose una pierna. Los vecinos retornaron a la casa del labrador, llevando obsequios para el joven herido. El alcalde de la aldea, solemnemente, presentó sus condolencias al padre diciendo que todos estaban muy tristes por lo que había sucedido. El hombre agradeció la visita y el cariño de todos. Pero preguntó:
—¿Cómo podéis vosotros saber si lo ocurrido ha sido una desgracia en mi vida?
Esta frase dejó a todos estupefactos, pues nadie puede tener la menor duda de que un accidente con un hijo es una verdadera tragedia. Al salir de la casa del labrador, comentaban entre sí:
«Realmente se ha vuelto loco; su único hijo se puede quedar cojo para siempre y aún tiene dudas de que lo ocurrido es una desgracia».

Transcurrieron algunos meses y el Japón declaró la guerra a China. Los emisarios del emperador recorrieron todo el país en busca de jóvenes saludables para ser enviados al frente de batalla. Al llegar a la aldea, reclutaron a todos los jóvenes excepto al hijo del labrador que estaba con la pierna rota. Ninguno de los muchachos retornó vivo. El hijo se recuperó, los dos animales dieron crías que fueron vendidas y rindieron un buen dinero. El labrador pasó a visitar a sus vecinos para consolarlos y ayudarlos ya que se habían mostrado solidarios con él en todos los momentos. Siempre que alguno de ellos se quejaba el labrador decía:
¿Cómo sabes si esto es una desgracia? Si alguien se alegraba mucho, él preguntaba:
¿Cómo sabes si eso es una bendición?
Y los hombres de aquella aldea entendieron que, más allá de las apariencias, la vida tiene otros significados.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Jej, estaría bien la asociación "Filósofos anónimos" podemos grabar las conversaciones, y luego publicar, etc...
La forma que propones de presentación está bien, más completa sería algo así como "...Hola, me llamo Mikel, y tengo un problema; le doy vueltas a las cosas y pienso sobre cosas importantes..."
Bueno, bueno, no es una idea a descartar, al menos a los integrantes que has propuesto no les desagrada nada la idea.....
Respecto al cuento, es muy ilustrativo, aunque ligeramente diferente a como me lo contabas... :P
Creo que lo importante es el ser consciente de lo que ocurre, aceptar la realidad y afrontar de la mejor forma lo que viene, porque lamentarse o regocijarse, poco contribuye a construir el futuro, aunque aceptar, aprender y disfrutar de lo que se tiene si que es lo que nos va a permitir acercarnos algo más a la felicidad.

29 July, 2006 20:09  
Anonymous Anonymous said...

Personalmente, creo que con la vida que llevamos en estos tiempos, me refiero a curro, estudios, osea estres...la gente no se para muy a menudo a pensar en lo que realmente es importante en su vida, hay gente que ni siquiera se plantea que es lo que le hace feliz, basicamente actuan como maquinas, no se empapan. Quizas por eso, que esta "a la orden del dia", somos pocos los que debemos sentirnos afortunados(o desgraciados, depende de como se mire)en ese aspecto, por por lo menos intentar encontrar una forma de vida que realmente nos llegue, nos toque profundo...pensar de vez en cuando, vamos!

Animo Mikel!!!por lo menos la terapia que recibes es gratuita, jejeje!

31 July, 2006 18:55  
Anonymous Anonymous said...

qué quiere decir sorte on? es vasco no?

05 May, 2010 14:33  

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