Pedro, Kepa eta besteak

Ayer, como colofón al curso, cena con los de Vovinam. Txoko de peritos, buena comida y mejor ambiente. Y es que estas ocasiones me encantan. La gente muestra su mejor cara y el ambiente es como mágico. Kepa, con cuarenta y pico y un chaval de diecisiete, tiene más jarana en el cuerpo que cualquiera de nosotros. Pedrito, treintaitantos y rebosante de felicidad. A ninguno de los dos les he visto ni un día que no estuvieran sonriendo o diciendo txorradas o haciendo el minga. Nuevamente, me parece admirable.
Ayer estos dos genios nos deleitaron con un combate de chistes que hizo las delicias de la cena. Que grande.
Luego, a la hora de tomar un par de ellas, Iñigo nos premió con una de esas frases pronunciadas desde la experiencia y, como he escrito otras veces, desde la sensatez. Y todo porque la novia de Pedrito parece ser que es un poco celosa..y con carácter.
Me pareció que Txus tenía razón cuando me dijo aquello de que hay que tratar de racionalizar, de ver las cosas friamente para decidir con claridad. Y eso es lo que hizo Pedro, analizar la situación, valorar y aclarar las cosas...desde el cariño.

Hoy fin del curso y a las 18:00h salgo para Madrid por temas de curro. Estoy de mala ostia por ello (a nadie le gusta trabajar en fin de semana), pero... en estos momentos supongo que también hay que coger perspectiva de cómo esta el mundo y la suerte que tenemos. Después de todo, me siento afortunado.

Mila esker momentu hauengaitik.