Friday, April 28, 2006

Sobre gente increible

Hay personas que me sorprenden muy gratamente. Hace unos días escribía sobre una persona a la que se le ha muerto el aita. ¿Os podeis creer que me llama hoy para ver que tal estoy yo por lo de Laura?. Se me encoge el corazón y no me sale otra cosa que admirarle. Chapó. Da gusto tener gente como tu a mi lado.
Ojalá sepa estar a tu lado cuando lo necesites, llevar tu carga. Te quiero, tío.

He vuelto de una mala ostia del curro... Resulta que aquí se da por supuesto que las horas extras las tienes que meter por amor al arte y por la empresa. Eso sí, sin ver un duro. Y además mi puto jefe (Christmas tree. Porque tiene las bolas de adorno), no tiene los cojones de decírmelo. Ahora bien, los que ganan como Dios manda y no pegan un palo al agua, tranquilamente, cumpliendo estrictamente su jornada y sin subir de 50 pulsaciones cuando meten el zancarrón. Pues eso, que si no se preocupan los que se supone que tienen la responsabilidad, no lo voy a hacer yo. En cuanto pueda, me piro.

Y yo... saliendo del agujero. Y lo mejor que llevo dentro... para la que quiera estar conmigo. Y la que no... puerta (o puente de plata, aunque eso sea para el enemigo que huye).

Gaur Jonek eman didan irakatsia harrituta utzi nau. Zuretzako nire desiorik hoberenak, bihotzez.

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