Gurasoak

Hoy me he llevado a aita al Paga. Llevaba ya un par de semanas con ganas y soltándome indirectas, así que tocaba disfrutar un poco con él. Me doy cuenta de que los tengo ahí al lado y no les demuestro ni agradezco suficiente todo lo que me han dado. Al contrario, al final terminan medio pagando mis malos rollos...
Esto de acordarme de mis progenitores me viene a la cabeza porque ayer estuve con un amigo que se va a vivir con su novia en septiembre. Dice que para él no va a suponer gran cambio. En el momento no me dí cuenta. Él siguió hablando sobre lo desastroso de las leyes, la impunidad de los delincuentes, la decadencia de la sociedad y la falta de valores de nosotros los jóvenes (con 27 me esta permitido decir joven, ¿no?). Pero después noté sentimiento de soledad en sus palabras. Su madre murió hace un par de años. "...En casa cada uno hace lo que puede...". No hablaba de tareas domésticas.
Después de todo este tiempo, ha sido la primera vez que me ha dejado entrever su dolor. Y a pesar de todo, siempre tratando de animar al resto, de llevar su carga y ofrecerse para ayudar a los demás. No sé. La verdad es que cada día me dan lecciones de crecimiento personal, de entereza, de corazón, de... de grandeza.

Hoy estoy furioso. Furioso porque me considero un idealista que ve las cosas desde un prisma infantil (que no inmaduro), cargado de esperanza y confianza, que se quiebra cada dos por tres. Furioso porque lo que construyo se viene a bajo. Furioso porque las personas fallamos. Furioso porque si esperas más de lo que cabe esperar de alguien, no es culpa suya, si no tuya.

Y esto me hace recordar un escrito que me envió hace tiempo un amigo, que terminaba tal que así; "... ofrece al mundo lo mejor que tienes, de todas maneras. ".
Sembrar. Y lo que caiga sobre piedras morirá. Y lo que caiga entre mala hierva, morirá. Pero si ni siquiera sembramos...

Eta hori da egin dezakegun gauzarik hoberena, barruan daukaguna eskeini.