Decisiones, Responsabilidad y otras banalidades.
Aquí de lo que se trata es de ir de listo o, valga la paradoja, de hacerse el tonto.
Ejemplo práctico; mi vecino y yo tenemos dos parcelas contiguas separadas por una columna que permite tener un espacio compartido más amplio entre las dos zonas de aparcamiento. Pues nada, como soy listo, aparco mi coche y mi moto. Pero, ¿por qué poner uno detrás del otro cuando puedo utilizar el espacio compartido?. Me la sopla si a mi vecino le importa o le molesta. Pues nada, te la meto un poco, a ver si no protestas… y mañana un poco más…
¡Venga, coño!... Es que me parece alucinante. Pide permiso, respeta, no pienses sólo en tu puto ombligo, imbécil.
Porque…, os voy a decir lo que pasa. Tener moto mola. Mola, y como mola, me la compro. No sé dónde la voy a meter, ni si tengo dinero para comprarme el casco, ni si realmente me es útil… pero mola y me la compro. Se trata de estatus social, oiga.
Como lo de tener niños. Es un deber social. Tengo que tener niños y no importa con quién, me conformo con la pareja menos mala, aunque no sea la que quiero porque, oiga, mi reloj biológico me lo pide. Y luego allá cuidados si no consigo formar una familia. Si mi hijo molesta con sus deberes, o patalea, para qué molestarme en educarlo. Le doy pasta, que se vaya a la puta calle y que deje de molestar.
Ah!, la metes en otro lado, gilipollas.